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la vie en Rouge

Polvo bajo la lluvia

Polvo bajo la lluvia

 

Tal vez, después de todo, sólo eres un error, una equivocación espacial, algo que nunca debería haber existido. Piensa en quién serías si te colocasen en otro mundo diferente de este en el que vives. ¿Serías tú? Es esta existencia tan necesaria para ti que no puedes desprenderte de ella. Pero no llores, mi vida, yo estoy a tu lado. Y notarás al coger mi mano cómo tiemblo al pensar que eres tan fugaz como tus lágrimas. Quiero saber de qué está hecha cada gota que resbala por tu mejilla, que se pierde en el suelo y se mezcla con la lluvia. Dime si ese río va a parar a un mundo mejor. Tal vez, allá donde vaya, tus lágrimas se transformen totalmente y queden así exentas de pena y miseria. Y tal vez, tú y yo dejemos de ser presas de la Naturaleza el día que nos diluyamos en el río, partículas que siguen la corriente junto a otras partículas, jugando a reflejar los rayos del Sol con nuestros cuerpos. Y no imagino tu cuerpo sin luz, y a veces me gusta pensar que tus ojos brillan más que el Sol, que lo puedes todo con ese calor magnético que desprende tu piel. No llores si este mundo ignora tu fuerza. No llores porque tu existencia limita las horas de luz, también me limita a mí y no estoy ansiosa. Sólo asustada por la crisálida de la duda, asustada por la posibilidad de nacer sin ti a mi lado. Dime quiénes hubiéramos sido el uno sin el otro, cuántas noches podríamos haber aguantado con sueños vacíos, desconociendo la luz que bien se diferencia de la del Sol. Piensa en qué sería la tediosa inmortalidad, lejos de la vida para estar lejos de la muerte, ¿no prefieres nacer y confiarte a la Naturaleza, esa misma que nos llevará al fin, pero que nos dio a conocer un mundo? No llores, vamos a sumergirnos, yo tampoco estoy segura de saber nadar, pero si nos cogemos fuerte el miedo desaparecerá.

 

El Placer de Morir

El Placer de Morir

Quítame la ropa y siente el tacto de mi piel.
Acaricia mis cicatrices y nota como laten tímidamente.
Ahora están dormidas pero florecen cuando estoy tendida en la cama.
Cómo duele cuando brota la vida.
He traicionado mi cuerpo con la felicidad en forma de cápsulas.
Y a pesar de todo no encuentro la satisfacción.
Este frío sofocante es mi desdén.
Toma posesión de mi cuerpo, yo ya no lo quiero,
sé que acabará desvaneciéndose como el amor.
Necesito saciar mis emociones antes de encender la luz y volver al frío invierno.
Quiero consumir mi vida en este baile de dos.
Oigo la música de tu aliento en mi nuca y me estremezco de pasión.
Cada vez las sábanas pesan más y yo me evaporo con tu sudor.
Detienes el balanceo y te das cuenta de que no estoy debajo de ti,
ni siquiera sabes cuando partí,
por un momento dudas y terminas tu ritual.
Desde la oscuridad observo, sonrisa arcaica:
tengo el don de la discreción.
Mi última lágrima roja se pierde para siempre
no estoy sola: yo la busco y ella me espera.

 

Los celos de Poseidón

Los celos de Poseidón

Me gusta escribirte con la misma canción sonando una y otra vez; melodía con la que bailo sobre el teclado; esta noche, con Satie en la barca, salando el mar con lágrimas de miedos y dudas, muriendo de sed en medio del agua, la barca abandonada a los caprichos de la corriente y sin ninguna voluntad que la rija, deambula al antojo de las olas. Pero estoy tranquila...ya soy veterana en esto de naufragar y sé que, cuando parece que el mar de fondo te va a tragar, no sabes muy bien de qué rincón de tu cuerpo emerge la fuerza necesaria para dar tres brazadas más hasta llegar a la isla deseada. Allí, unos pies desnudos en la arena, un corazón y unos brazos abiertos me hacen olvidar la fatiga mientras que dulces besos deshacen la sal de las lágrimas. En cualquier momento, la marea puede comenzar a crecer y la corriente llevarme mar adentro, pero si pierdo la conciencia y el conocimiento, sé que las olas de tu alma y la mía vencerán al viento y me devolverán a la playa, donde tu dulce beso me devolverá el aliento y, apoyada en tu pecho, tus latidos me despertarán poco a poco. Sonreiré. Confundiré sueño y realidad. Pero no me importa, para entonces ya me habré abandonado al no saber por donde sopla el viento, y sólo preguntaré "¿me acompañas?" y en tu cuerpo leeré la respuesta. Y si un día te cansas de darme la mano, por favor, no me abandones en medio de la isla, llévame hasta la playa y déjame allí donde pueda ver bien la puesta de sol.
Es hora de tirar mi carta en una botella y esperar que llegue a la orilla de tus costillas, se cuele dentro y te inunde. Si con ello no consigo convencerte de que vale la pena naufragar en esta inseguridad, entonces deja tu corazón a la deriva porque tengo la certeza de que si aumentamos las distancias, acabaremos coincidiendo en el punto diametralmente opuesto.


Fe, luz y sombras

Fe, luz y sombras

"¿Religión verdadera? Todas las religiones son verdaderas en cuanto hacen vivir espiritualmente a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuelan de haber tenido que nacer para morir, y para cada pueblo la religión más verdadera es la suya, la que le ha hecho." Miguel de Unamuno (San Manuel Bueno, Mártir)

 

Buscando algo que no haga por ego, tratando de no ser tan yo, no dejaba de pensar en mí misma. Vuelvo a plantearme que tal vez no busque contemplar la luz, sino convertirme en luz...y nadie me asegura que dicha luz exista; he aquí la fragilidad y precariedad de mi fe. Y si como afirmas existe la felicidad, aunque siempre un poco más lejos de lo que deseáramos...¿es que acaso está fuera del mundo de los hechos?

En tal caso sin fe no hay sostén. La fe es luz prometedora pero oscilante. Infiero que en tal caso tú, yo y todos tenemos algo de fe. Y me atrevo a decir "fe ciega" porque salvo fundamentalismos (en mi clase hay una musulmana que me tiene verdaderamente fascinada) nadie pone la mano en el fuego...y miedo me dan aquéllos que por la fe no renuncian a nada, porque su fe está distorsionada, su luz sólo alumbra a unos pocos (¿¿hay entonces varios tipos de luz o una sola??).

Todavía divago en la idea de la luz en un ámbito más allá de lo explicable...porque ¿y si así evitamos la carga de llevarla dentro de nosotros mismos?

 

P.S.: Los exámenes no me dejan mucho tiempo para escribir, pero por fortuna o por desgracia sigo divagando...

Sin anestesia

Sin anestesia

    Cuando está concentrado, el cirujano olvida si es animal o persona...por dentro somos muy parecidos, así que anestesiados y abiertos en canal todos los gatos son pardos... pero despiertos la cirugía es mucho más delicada: las miradas, los gestos, las palabras son mucho más precisas y peligrosas, operar en la psique ajena a toda pauta biológica, requiere un arte magistral; así que opto por los animales que después de todo son muchos los que andan por Madrid previsibles a cada paso.
Claro que un estoico cicatriza antes de levantar el escarpelo. No había trampas. Sólo una sutil y superficial incisión.
No olvides que a diferencia de los ojos, no hay párpados que se cierren automáticamente cuando rozas la espalda. La espalda está bien para resistir grandes golpes, pero no delicadas caricias...es más, pocas zonas son tan sensibles a la delicia del inocente roce...

Krasota (Belleza)

Krasota (Belleza)

Podríamos hacer un extenso tratado sobre la belleza cabalgando en círculo alrededor de un concepto aún por definir. Me remito a las palabras de Tolstoi :

"Como sucede siempre, cuanto más confusas y nebulosas son las ideas sugeridas por la palabra, con más aplomo y seguridad se emplea esta palabra y se sostiene que su sentido es demasiado claro, para que valga la pena de definirlo. Esto es lo que ocurre de ordinario en los problemas religiosos, y también ocurre con esta concepción de la belleza. Se admite como fuera de duda que todos saben y comprenden lo que significa la palabra belleza. Y sin embargo, la verdad es que no sólo no todos lo saben, sino que, a pesar de que se han escrito montañas de libros acerca de tal asunto, desde hace ciento cincuenta años (desde que Baumgarten fundó la estética en 1750), la cuestión de saber lo que es la belleza no ha podido ser resuelta todavía, y cada nueva obra de estética da a tal pregunta una respuesta nueva."

Soy partidaria de guardar cierto respeto a aquellas palabras con las que aludimos a la grandeza. Por ello, me siento realmente fascinada con la capacidad humana de crear más allá de su propio entendimiento. ¿Para qué preguntarle a un escritor cómo consigue dar tan bella forma a las palabras o a un pintor cómo transforma los colores en una obra de arte? A menudo leo en prensa entrevistas a músicos, bailarines, pintores, poetas... en los que pecan de intentar desenmarañar el concepto de Arte con un fatídico final. Un deplorable resultado consecuencia del intento de simplificar para posteriormente masificar el Arte, la Gracia, la Belleza... posiblemente ya estaréis pensando que soy la primera que cae en lo que critica, pues mis posts con frecuencia (por no decir casi siempre) hablan de sentimientos a los que sobran las palabras. Pues sí. Me reconozco culpable. Por ello quiero curarme en salud declarando que mi blog no es más que una mera simplificación de la dimensión humana, la cual no quiero desnaturalizar a base de palabrería. Por tanto, pido perdón por las veces en las que os haya hecho vomitar o apagar el ordenador de aburrimiento. Pero también cabe defender las propiedades terapéuticas del arte que, aunque no justifica aberraciones, hace comprensible cierta decadencia que, admitámoslo, también forma parte del hombre.

 

Apiádate

Apiádate

¿Qué pasa cuando sabes que amarás más de la cuenta y algún día las alas se romperán y caerás sin remedio y notarás la caída y llorarás más viejo de lo que eres, mucho más puesto la belleza joven será el espejo herido de tu decrepitud?

¿Qué pasa cuando la delicadeza suprema y los ojos supremos te abandonen ( y te abandonarán?). ¿A quién llorará ese afligido? ¿Quién le hará caso? La bella juventud me ha roto: ¿puedes ayudarme? Me he roto con la bella juventud: ¿estás ahí, amor huido? ¿A qué puerta llamar?

¿Qué pasa cuando la fragilidad en mis manos me recuerda la fragilidad de mi vida? ¿Qué pasa con ese cuerpecito tocado por la luz de los ojos y cuyo calor atrapo para cuando no esté nunca más?

¿Qué pasa con la sensibilidad que escribe mejor que yo y me alcanza con sus palabras y me horada como un taladrador y me deja heridas que sangran?

¿Qué pasa con mi sensibilidad que sabe que amaría con locura? Ten cuidado, no ames tanto, es frágil el amor que crece sobre la juventud que huye de tus manos. No lo olvides, vejestorio. La juventud divina y los ojos divinos huirán porque TIENEN QUE HUIR. ¿Y entonces, maduro destronado? La sangre no la verá porque los brazos de otros provocan cegueras irremediables

¿Qué pasará? ¿Qué pasará? ¿Qué pasará?

Apiádate de mí.

 

 

Tal vez porque amó demasiado

Tal vez porque amó demasiado

     Ignora el color de su sangre. Por ella no corren nombres, sino voces desesperadas, tristes, como su mirada. Tal vez porque amó demasiado, ya no concibe el deseo sin esperanza. Pero ésta le está matando: la esperanza se ciñe bajo sus tristes pechos asfixiando su cintura. Siente la tristeza del amor, tal vez por que amó demasiado y "el amor es triste", le decían.  Pero no fue capaz de retener la luz deslizándose por sus labios colmados de vida. Ahora, secos, han perdido el tinte rojo de los besos, y amenazan con liberar la verdad de la vida. Porque, a pesar del arte del maquillaje, el perfume y los sensuales adornos, ella está marchita desde que repartió su alma entre galanes de mármol de destellos cristalizados. Reposa en el vacío de una belleza fatal. Irresponsable hace de su cama su tumba, pues piensa, que aún en el Infierno, a Satán podrá seducir y enamorar con su embriagadora voluptuosidad.

Mi cumpleaños

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 Hoy sería un día más, de no ser porque ayer quisiste celebrar mi cumpleaños bailando toda la noche y probando la tarta sobre mi piel. No sé si el regalo fue para mí o para ti, pero sin duda lo disfruté.  Gracias por dejarme dormir en tus brazos y desayunar con besos de café. Me quedo con tu sabor para el resto del día y una sonrisa dibujada en mi vientre. Hoy es un día especial porque quiero regalar amor, tanto o más como el que me has dado. Yo ya estoy felicitada, ahora deseo esa felicidad a todos los que hicieron posible cada momento de felicidad de estos últimos años.

Sin aire

Sin aire Me ahogo en escena. El aire real es denso y plomizo, pesadez de normas y formalismos. Imposible respirar tras esta máscara que esconde los destellos rojos de individualidad y absorbe el gris espeso de la masividad. Los besos de nepentes me oxigenan de vida los pulmones, pero sé que no puedo abusar de esa peligrosa droga amada, pues lenta y dulcemente bajarán el telón; y aún tengo miedo a descubrirme tras la máscara y el maquillaje en el escenario...si tan sólo pudiera relajarme y oir los aplausos... pero en este teatro no hay espectadores, sólo actores que compiten por un trozo de escenario. Yo me conformo con ser parte del decorado durante unos días... hasta que recobre la voz...

Tocándonos

Tocándonos

Tendemos a tapar y a proteger los cuerpos desnudos, por eso son fácilmente humillados. Pero podemos aprender a manejarlos asumiendo su condición. Tocándonos, acariciando, descubriendo que en lo vulnerable hay una riqueza y una expresión de la excelencia humana. Tocándonos pueden peligrar nuestras integridades. Tocándonos descubriremos la variabilidad de la experiencia, la inmensa contingencia de nuestros artefactos protectores y, a la vez, su inutilidad cuando conseguimos reducir los avatares a nuestra potencia. Y tocándonos establecemos vínculos comunicativos profundos, nos destapamos y nos reforzamos precisamente ofreciendo nuestra fragilidad, mudos y desnudos, hacemos hablar a lo que no tiene palabra y creemos más, es decir, aprendemos e integramos nuevas experiencias y nuevas reaciones, comportamientos diversos, intenciones distintas. Pero sobre todo, aprendemos a tratar, con la misma fragilidad que nosotros somos, la vulnerabilidad que se nos ofrece. Y saber reforzarla, cubrirla o arroparla, tendrá que ser signo de excelencia. Es decir, de vida buena.
Es tiempo de volver al cuerpo, al cuerpo desnudo, de iniciar un conocimiento desde el cuerpo y tocándonos puede ser el comienzo de una renovada forma de comprensión de nosotros mismos.

Me abandono al no saber...

Me abandono al no saber... Anoche me volví loca y no me diste tregua ni un sólo momento. Sabías que mi ansiedad no era por acudir corriendo a tu coche, sino porque tiemblo cuando estoy a tu lado. No sé en qué momento ahogamos el aire que se interponía entre nuestras bocas, no sé cómo pasó pero tu mano rozó mis piernas y quise perderme en tu cuerpo. Tu lengua me arrastró hasta tu casa y yo, obediente y osada, jugué a hacer míos tus labios con la embriaguez del deseo; y tú, mientras, me quitabas las botas en un lento amar. Y en la cálida luz de tu cuarto me cubriste con las sábanas para que no pasara frío...en el fondo sabías que estaba ardiendo con el calor de tu cuerpo, con tu mirada clavada en mi cara rebasando el deseo. "Estás radiante" me decías abrazándome con tus piernas y yo, bajo tu cuerpo deseaba fundirme con tu piel y lo sabías, por eso me desesperaste con la paciencia de un artista. Me volví loca y me dejé hacer. Fui tuya y me encantó. Me dejaste en casa aunque no querías, sabes que no he dormido con tanto frío en las sábanas. Pero hoy tengo que marchar y tragarme las ganas de surcar tu cuerpo con mis manos. Esta mañana cojo el tren a Valencia cargada de tu dulce aroma en mi piel, suspirando al recordar tu aliento y tu movimiento acompasado, mordiendo mis labios que saben a ti... Me voy sin comprender nada, sin entender los motivos de esta repentina felicidad. Me voy abandonándome al no saber si es deseo o es amor.
Cuando vuelva de Valencia, espero hacerlo con las ideas más claras y la cabeza más despejada, oxigenada por el Mediterráneo. Os traeré un poco de la luz del levante.
Besos a todos, besos...

Bestia adorada

Bestia adorada Esta noche quiero hundir mis labios sedientos de embriaguez en el recuerdo de tu cuerpo.  Voy a perderme en la música de tus pasos firmes en la madera. Tu mirada profunda y fría desgarra mi pecho y magulla mis piernas. Desde el suelo trepo tu soberbia espalda sin hacer ruido. No quiero castigar tu carne, sólo notar como se embriaga mi mano de placer al palpar tu piel pulida por el acero. Quiero sepultar tu cuerpo junto al mío, monstruo arrogante, quiero envenenarte con el vino del pecado. Bebe de mi solitaria copa, bebe. ¿Notas cómo brota el fuego de mis dedos? Vertiginosa fiebre a tu lado. Esta noche voy a desnudar tu alma sorbo a sorbo. Saboreo tus flancos presa de tu peligroso aroma que enloquece el clima. Con mi languidez abriré una herida en tu pecho, allí derretiré la escarcha e incendiaré tu alma. Esta noche me beberé tu crueldad convertida en lágrimas de hiel. Bebe bestia adorada, esta noche no te vas a escapar.

Flor vencida

Flor vencida

Mis ojos analizan cada cara buscándote en la oscuridad, esperando encontrarte en este carnaval, rodearte del cuello con mis brazos y probar de tus labios el temible sabor del deseo. Sueños nocturnos que todavía refleja mi piel. Me acurruco en el recuerdo de tus ojos empañados por el placer. Radiante intimidad, el calor de mi cuerpo, el calor de tu vida. Te espero en el amor y me trago la angustia de tu ausencia mientras mis manos te dibujan sobre mi piel alborotada. Me ahogo en tu perfume y los latidos desbordan la lava que alimentaste con tu amor. Un velo rojo envuelve la cama en la que me agito al notar tus movimientos en la profundidad. Mis uñas desgarran las sábanas huyendo de la pesadilla de tu falta. Me clavo los muelles del silencio y lamo desesperada las heridas de este cuadro de orgullo corroído. Este cuadro de un color que me hace languidecer. Sólo he visto una vez mi rojo ideal, sólo cuando brotó mi cuerpo en tu alma. Como una flor vencida por el ardor del clima perezco en esta tela olvidada. Aquí espero a que vuelvas desde el oscuro abismo donde arrojaste mi corazón.

 

La belleza y el desnudo

La belleza y el desnudo

"Lo que es bello es bueno, y lo que es bueno pronto será bello", decía Safo . "La belleza es verdad y la verdad belleza", según Keats . Ambas afirmaciones nos da una idea de la antigua concepción de belleza formulada en términos absolutos; mientras que actualmente todo es relativo, incluso la belleza. En el mundo moderno la belleza es algo construido por la cultura o forjado por las propias ideas del individuo, depende del observador. Sin embargo, todas las culturas poseen a la belleza como una fuerza poderosa que despierta emociones, llama la atención y dirige los actos.
A pesar de la gran obsesión por la belleza que afecta a la sociedad de hoy (negocio en alza), la belleza refleja el funcionamiento de un instinto básico, pues de la belleza obtenemos placer como lo hacemos del sexo o de la comida, es algo que disfrutamos.
Es curioso observar como a pesar de la relatividad de la belleza en el mundo moderno, a pesar de las modas, se piensa en todas las culturas que los ojos grandes, la nariz pequeña, los mofletes y las diminutas extremidades de los bebés, son preciosos; al igual que a todos los hombres y mujeres les atrae el cabello lustroso, la piel lisa o la cintura ceñida de una mujer. Sabemos que la belleza es una de las formas de perpetuación de la vida, que nuestro amor por ella se relaciona también con la biología humana. La belleza nos produce placer. Un placer que nos agrada ver representado, por ello lo plasmamos en el arte. Desde las más remotas manifestaciones artísticas que se conocen, vemos representaciones de desnudos. La perfección y la sensibilidad de la Grecia clásica, el arte fundamentalmente ideal, el culto a las formas perfectas que introdujeron los griegos en la historia, nos lleva a pensar en el erotismo de dichas manifestaciones. Porque todo desnudo por abstracto que sea, despierta en el espectador un sentimiento erótico que es parte fundamental de nuestra naturaleza. Aparte también hay otras vertientes tales como la armonía, energía, éxtasis, humildad... que nos proporciona el cuerpo desnudo. Cuando observamos la hermosura de esas reencarnaciones en la obra de arte, sentimos que el desnudo nos evoca un valor universal y eterno.

Caricias del mar

Caricias del mar

Buscaba en tu sangre el consuelo de la vida

Quería lavar tu corazón con efímeras lágrimas

Pero tu aliento se aleja en las montañas

No hay camino de vuelta

Cada vez más ligero tu eco

Me siento en la roca nevada a esperar la primavera

Me arrastro en el silencio helado que has dejado a tu paso

Contemplo los columpios vacíos donde se balancean los recuerdos

Posada espero sobre la roca de una isla hundida.

Ásperas caricias del mar, sal que no repara heridas

Lamí desesperada la página del libro que dejaste abierto

Pero nada deshace el salitre de mi boca

No tengo miedo de esa luna que hoy brilla demasiado

El misterio de la noche me trae la calma

El frío de esta roca transforma todo en un sueño tranquilo

Sé que no amanecerá, pero el sueño me devolverá a la niña olvidada

Alegrías infantiles borradas antes de tiempo.

Quiero aceptar la destreza de enemigo.

Él hizo esto. Él talló cada fragmento de mi alma.

Posada admiro el trabajo de un artista insaciable

Ya no hay señales que indiquen el camino.

Reivindicando el romance

Reivindicando el romance

Anoche salí a las calles de Madrid en un duro trabajo de investigación. Los resultados fueron bastante desesperanzadores... ¿dónde están los galanes que seducen con palabras y miradas penetrantes regadas por un buen vino? Se está perdiendo la elegancia del amor.

 

Imagen: fotograma de "Marie-Antoinette"

Angustia y renovación

Angustia y renovación

He recuperado algo que escribí a comienzos de este año:

No se trata de capacidad de sufrimiento, sino de actitud ante el mismo. De hecho aprecio el sufrimiento por el que he pasado. Sé que sin angustia es difícil crecer. Esa angustia forma parte de la vida, es conflicto crónico, y es un duro trabajo aprender a verla como algo positivo, como un paso previo a la plenitud, tal vez resulte un poco radical pero ¿sino conoces la angustia como reconoces el estado de plenitud? y desde luego hay muchos grados de sufrimiento, no hablo de grandes sacrificios: si anulas la vida, anulas la plenitud...y en ese caso, esa plenitud, llamémosla felicidad, es algo tan humano, tan finito, tan contingente que a veces da miedo pensar en los momentos que dejas pasar sin haber sentido esa emoción...a veces hecho de menos tener Fe, creer en la Salvación, etc. Supongo que a mi modo creo en pequeñas salvaciones de las que yo soy responsable. Pero ¿y la angustia? ¿también es responsabilidad nuestra? Eso es un problema porque ¿si no eres responsable de ti no tienes angustia?... estoy hecha un lío.

De cualquier forma, en mi caso, yo sé que tomé una vía de escape incorrecta y perdí el control. Y ahora intento ver todo de un modo constructivo: lo que he pasado me ha hecho madurar. Por eso en estas fechas veo cómo la gente se cree el falso estreno que supone el cambio de año, ¿una pseudo purificación? ¿se necesita cerrar un intervalo para coger el impulso de mejora? Absurdo, esas barreras sólo las puede poner uno mismo, al igual que es cosa de cada uno traspasarlas. Ando escasa de espíritu navideño, hoy he vuelto a abrir los libros y nada ha cambiado, sólo el calendario y los números de la báscula.

Plenitud

Plenitud Noches eternas llenas de luces, y allí, bajo una estrella fugaz, ángel divino, señal, guía y destino de todas mis intenciones. Desgarra la tela que se interpone entre tu piel y la mía, derrite el pudor con miradas seductoras, roza mi cuerpo con la eternidad del placer, toma mi cuerpo que mi alma ya es tuya. Déjame conocerte todas las noches, que cada palabra, cada beso, cada mirada me estremece como si fuera la primera y la última. Eres principio y final de vida. Plenitud.

Palabras de una amiga

Comienzo este blog comprometiéndome a mantener la ilusión y el cariño con el que hoy empiezo, lo actualizaré frecuentemente...bla,bla,bla

Para empezar, un escrito de una amiga con la que compartí momentos muy especiales. Ella escribió sobre uno de esos momentos y cuando lo leí me tocó el corazón, una vez más. Aquí sus palabras y mi respuesta.

A mí

Fue una tarde especialmente bonita. No costó grandes esfuerzos ni grandes quebraderos de cabeza, simplemente nos dejamos llevar...por la vida.
Pudimos contemplar las cosas grandes y las cosas pequeñas y disfrutamos de todas ellas sin pararnos a pensar en el por qué, ni en grandes cuestiones existenciales. Gritamos, saltamos y lloramos. Porque éramos libres. Porque estábamos vivas.
Puede que no se reproduzca el mismo momento exacto, puede que nunca me sienta tan libre como en aquel momento, pero nadie me podrá arrebatar lo que sentí entonces. Nadie podrá negarme que aquella tarde fui libre.

A.

........

A., nada mejor que tus palabras para expresar aquella tarde. No sé si llegaste a sentirte aire pero, sin duda tienes razón, éramos libres. Más allá de la jaula de nuestro cuerpo y todo lo q es materia en este mundo...éramos nosotras en esencia, éramos vida.
Me alegro de haber vivido algo así contigo, siempre te recordaré con esos ojos brillantes que delataban tu felicidad... Sí. Así te voy a recordar.
Te quiero