Caricias del mar
Buscaba en tu sangre el consuelo de la vida
Quería lavar tu corazón con efímeras lágrimas
Pero tu aliento se aleja en las montañas
No hay camino de vuelta
Cada vez más ligero tu eco
Me siento en la roca nevada a esperar la primavera
Me arrastro en el silencio helado que has dejado a tu paso
Contemplo los columpios vacíos donde se balancean los recuerdos
Posada espero sobre la roca de una isla hundida.
Ásperas caricias del mar, sal que no repara heridas
Lamí desesperada la página del libro que dejaste abierto
Pero nada deshace el salitre de mi boca
No tengo miedo de esa luna que hoy brilla demasiado
El misterio de la noche me trae la calma
El frío de esta roca transforma todo en un sueño tranquilo
Sé que no amanecerá, pero el sueño me devolverá a la niña olvidada
Alegrías infantiles borradas antes de tiempo.
Quiero aceptar la destreza de enemigo.
Él hizo esto. Él talló cada fragmento de mi alma.
Posada admiro el trabajo de un artista insaciable
Ya no hay señales que indiquen el camino.
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