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Rouge, vermelho, red, أحمر , rosso, rot, rojo

Critícame

Critícame

  Hace meses que el Doctor escribió una crítica acertada sobre mi blog. Quería agradecerte (más vale tarde que nunca) el tiempo y el trabajo dedicado. Te envío desde aquí un beso enorme de una adicta a tu blog propagador de urticarias, risas, y curas de orgullo. Gracias.

 "Si existe una verdadera dificultad en la sobrevalorada blogosfera a la hora de enfrentarnos a un post, aparte de conseguir el extraño milagro de no aburrir a la escasa concurrencia que, como en los bares, entran no al mejor, sino al más concurrido, es escribir sobre erotismo sin caer en los manidos tópicos que siempre redundan sobre los contoneos, más o menos disparatados, y normalmente más fantasiosos que reales, relacionados con el amante de turno o con el deseo desaforado ante lo que no se tiene
Rouge, a pesar de encontrarnos con un diseño agradable, que no original, en el que el rojo suave inunda los ojos del circunstancial lector con la misma suavidad con que escuchamos un poema sinfónico de Satie, este blog no se escapa a estos tópicos, usados, y casi gastados de tanto uso.

Arrancando con la fuerza de un corredor de fondo no entrenado, nuestra autora postea con celeridad durante los primeros meses, hasta que se cansa, y se apaga como una cerilla cuya llama ni siquiera ha llegado a la yema de nuestros dedos.

Careciendo de mayor interés la mayoría de sus post, nos encontramos con alguna recóndita joya en forma de biografías apuradas o de textos ajenos, aparte de un reencuentro, tímido y oculto, consigo misma en sus últimos post.

Es una lástima, habida cuenta los diminutos, casi ínfimos e íntimos, destellos con que salpica algunas entradas, que caiga en lo mismo de siempre, cuando al menos en su caso, podría escribir con mucha más personalidad y fuerza que otros blogueros que se dicen a sí mismos escritores de lo erótico.

A veces hay que arriesgarse a ser más irreverente, cruzar los umbrales que en el fondo de todos y cada uno de nosotros, pelean por escapar de la rutina.

La blogosfera, aparte de ser un abanico de idioteces masivas, debería ser un elemento catalizador de cuanto reprimimos a plena luz del día.

Con esto, no trato de justificar a los bárbaros, mediocres agricultores del insulto fácil y la agresión barata, fanáticos sectarios de sus escalofriantes y cuadriculadas mentes, que jamás saldrán de su cubil.

Hablo de esa otra forma de sentirse libre, dentro del erotismo creativo, que huya de la fotografía políticamente correcta, que se adentre en lo feo como forma de belleza, en el labio arrancado, la nostalgia de la mano que ya nunca nos masturbará, el deseo salvaje y primitivo de tener entre las piernas la furia que nos estrangule con tanto deseo que desmayemos, sin oxígeno, de tanto amor, aunque este dure un par de horas o sea imaginario".

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